lunes, 22 de febrero de 2016

CONCIERTOS PARA NUESTRA LIBERTAD

GRAN CONCIERTO DE CUENTOS









EL PRINCIPITO

de Antoine De Sainte Exupéry


Taller de Narración Oral

NOSOTRAS TAMBIÉN CONTAMOS

del Cereso de Santa María, Chiconautla, Ecatepec, 
Estado de México Mexico.

En la voz de diez de nuestras compañeras.

Viernes 26 de febrero 2016, 14.15 horas. Salón número 1. 

No faltes. Entrada Libre, lo que no garantizamos es la salida.




Dirección de CuauhtémocRG





domingo, 12 de abril de 2015

20015 REINICIAMOS CUENTOS E HISTORIAS PARA NUESTRA LIBERTAD.




REGRESO A CHICONAUTLA





A la memoria y sonrisa de Leonila, 
narradora de Nosotras También Contamos, 
de Santa María Chiconautla.


Después de más de cuatro años, nuevamente me encontré ahí sentado, en el patio-comedor de aquella prisión.

Ellas sonrientes, alegres, regalándome esas sonrisas de viejas amigas. Viernes 10 de abril del 2015. Carolina Rocha me dio la bienvenida. En una fría mesa rectangular estábamos ahí, 15 de ellas, mujeres en la prisión de Santa María Chiconautla, en el municipio de Ecatepec, en el Estado de México, de este país México. Algunas de ellas con sus libretas, otras con sus brazos cruzados, todas mirándome atentamente, escuchándome con sus ojos.

Cinco de ellas eran ya viejas amigas, y ya son parte de la Compañía Nosotras También Contamos. Carolina Rocha, Guadalupe, Fabiola, Marisol y Carolina Alvarado. Al inicio de la sesión, Rocha expresó, “A las otras compañeras del pasado taller se las llevaron a otras cárceles, ya no están aquí  Paz, Sofía, Vianey, y muchas más“, y con voz bajita, agregó “Leonila falleció hace tres años, de una enfermedad, no sabemos cual“.

Yo les pedí a las cinco que nos platicaran a todas su experiencia del taller pasado que duró tres años. Ellas hablaron de sus alegrías,  de sus tristezas, de cómo los cuentos les ayudaron a encontrar preguntas y respuestas, de cómo el bailar, el reír y las contadas de cuentos les permitieron ver cosas que antes no veían. Recordaron el taller Los Cuentos y mi Cuerpo y el de Cuentos para Sanar el Alma.

Las nuevas compañeras del taller tomaron una a una la palabra. Eva fue la primera en intervenir y nos dijo que ella ya tenía antecedentes del taller por lo que le había platicado Carolina Alvarado, y que está interesada porque le gusta leer y le hubiera gustado estudiar Literatura. “Me gustaría escapar de este lugar por medio de la imaginación  contando historias chiquitas“, nos dijo.

Verónica intervino y expresó “Soy de Nayarit, quiero aprender a contar cuentos porque estoy privada de mi libertad pero no de mi mente“.

Iveth tomó la palabra, con una sonrisa y la cara enrojecida comentó “Soy muy penosa, me gusta escuchar cuentos y me gustaría contar, pero me da mucha pena hablar delante de la gente, creo que puedo hacerlo“.

Maribel nos dijo con sencillez “Yo quiero contar cuentos porque me parece que eso está chido“ y sonrió. Todas soltaron la carcajada.

Brenda también plateó su vergüenza de hablar ante el público así como su deseo de contar cuentos.  Fabiola nos platicó como llegó al taller en el año de 2009, la forma que le permitió entender muchas cosas de su vida por medio de la música y de los cuentos y la forma en que ha podido crear cuentos de su vida.

Carolina Alvarado hizo una breve exposición del largo camino que tuvo que recorrer ante las autoridades para poder encontrarnos nuevamente en este taller. Platicó como pudo vencer el miedo y a aceptarse por medio de la narración de cuentos y aquella lejana ocasión en que fue anunciada en un concierto de cuentos para contar una historia y no fue capaz de levantarse a contar y se quedó atornillada en su silla y como con el tiempo, el trabajo y la alegría ha podido plantarse al frente a narrar historias y cuentos.

Carolina Rocha manifestó su alegría por el reencuentro y su felicidad por volver a reiniciar el trabajo en la Compañía Nosotras También Contamos. Les invitó a sus compañeras a no desistir de este intento “esta es una experiencia muy hermosa“, expresó, y agregó “aquí perdemos los miedos y la timidez“.

Por su parte, Norma expuso que su intención es aprender a contar cuentos porque “quiero contarle cuentos a mi hijo cuando venga a verme a la cárcel“.

Después yo les hablé lo que había aprendido  en esos tres años de mayo del 2008 a marzo del 2011. 34 meses de encontrarnos semana a semana. Le conté varias anécdotas, varias vivencias con todas ellas.

Mencioné aquella ocasión en que Carolina Rocha me preguntó “Si no te pagan ¿Por qué vienes a darnos el Taller?“ Les conté que ante esa pregunta no supe contestarla de golpe y de mi promesa de contestarla después, y que Rocha a la semana siguiente me volvió a plantear su duda, y que en aquella ocasión le contesté “Vengo porque nos acompañamos contando y escuchando cuentos, porque son mis amigas, porque me gusta venir“, y les dije que varios años después de esa pregunta, después de haberla platicado con Gloria Arenas, llegué a la conclusión  de que yo voy a ese taller por todo lo que una vez les dije, y además, porque de ellas aprendo mucho y recibo mucho, sobre todo, ejemplos de resistencia, de ganas de vivir, y de reconocimiento a mi trabajo.

Y así transcurrieron los minutos. Después les propuse la dinámica del taller. Tendremos nueve sesiones, una al mes, de abril a diciembre. Por lo tanto, en siete sesiones veremos dos temas, 1. Los caminos para contar cuentos e historias, y 2. Los cuentos para sanar mis emociones y mi cuerpo. Las sesiones de Noviembre y Diciembre serán dos conciertos de cuentos e historias en donde contarán, en el primero Cuentos e Historias para nuestros Santos Difuntos y Difuntas, y el segundo Cuentos e historias de Navidad.

Con el primer tema buscamos que todas aprendan a contar un cuento o una historia breve, que se relacionen tanto con los cuentos, con las historias, con ellas mismas, con su corazón, con sus emociones y que los cuentos e historias les ayuden a encontrarse en una situación tan difícil como la que están viviendo.

Con el segundo tema buscamos que ellas incursionen en su vida, que se busquen y encuentren, que detecten sus heridas desde la infancia y en su vida actual y se hagan responsables de sus emociones. Todo esto de la mano de la identidad de su cuerpo, de su carga física y emocional.

También les propuse que como parte del curso iniciáramos el intercambio de libros con amigas y amigos “del mundo de afuera“. Volveremos a la campaña que hicimos en mayo del 2013 “El Principito para ti“, que consiste en que amigas y amigos míos, a petición expresa de cada una de las alumnas,  le enviarán a alguna de ellas esa hermosa novela, y así iniciar un diálogo sobre arte, literatura y cultura. Ellas aceptaron de manera entusiasta la idea.

En la sesión estuvo presenté la trabajadora social Dolores Hernández, compañera sin la cual no hubiera sido posible el retorno del Taller y de la nueva Compañía de cuentos e historias NOSOTRAS TAMBIÉN CONTAMOS, ella y Carolina Alvarado han trabajado insistentemente para que este proyecto nuevamente se lleve a cabo.

Quedamos en que las quince compañeras presentarán para la siguiente sesión del 8 de mayo un escrito en donde anotarán tres puntos, para que van al taller, que esperan del taller y a que se comprometen, así también un breve texto de su autobiografía, ya sea real o imaginaria.

A las 13 horas terminamos la sesión. Me despedí de Carolina Rocha, Carolina Alvarado, Guadalupe, Marisol, Fabiola, Iveth, Eva, Verónica, Brenda, Norma, Adriana, Edith, Elvira, Patricia y Haydee. Nos deseamos suerte y pude percibir su entusiasmo hacia el proyecto del taller.

En el corto camino a la salida, recordé aquel 11 de marzo de 2011 en que salí de ahí para tardar 49 meses en retornar. Pienso en esa idea de que la vida es un circulo e inmediatamente viene aquella que insiste en que es una espiral. Y entonces pienso en los retos que me impone la vida para vivirla valorando los cuentos, las narraciones, mis proyectos, mis amigas y amigos, mi familia, mi compromiso con mi país y con las ideas que me han impartido desde chavito.

Estamos de regreso, reiniciamos en Chiconautla, abril 10 del 2015.








sábado, 12 de febrero de 2011

CUENTOS PARA CURAR LAS HERIDAS DEL ALMA. En el mes de noviembre del 2010, el promotor cultural colombiano Germán Jaramillo estuvo en México. Se entrevisto por varias horas con Cuauhtémoc Rivera, director de NOSOTRAS TAMBIÉN CONTAMOS y al regreso a su país escribió para la revista electrónica española ArtezBlai un artículo sobre nuestras historias personales que cotidianamente narramos en nuestro Taller, y que aquí reproducimos.
Cuentos para curar las heridas del alma
Germán Jaramillo Duque
Martes, 14 de Diciembre de 2010
"Yo dormía cuando empezó todo. Me despertó el ruido. Gateando, llegué hasta la puerta de mi celda y me asomé para averiguar qué pasaba, y en ese momento vi a una de mis compañeras de reclusión haciendo lo mismo desde la suya, que estaba frente a la mía. Cuando nuestras miradas estuvieron una frente a la otra, ella, en tono confidencial, poniendo su índice derecho sobre los labios, y mirando a lado y lado para asegurarse de que no era escuchada por algunas guardianas que andaban a trompicones por el pasillo de celdas, y que estaban a corta distancia de las nuestras, dijo: - Están haciendo un cacheo, Chava. Posé mis ojos sobre el reloj y me enteré de que eran sólo las dos de la mañana, una hora nada usual para realizar esta clase de procedimientos, por lo que consideré que se trataba de algo irregular, que podría tener malas consecuencias, como en otras ocasiones que ya había vivido, y que por ende debía, o debíamos prepararnos para lo peor. Compartí mi opinión con Lupe, la vecina que me había dicho que estaban en cacheo, y empecé a prepararme para la requisa. Volví al interior de mi celda y abrí el candado con el que protegía un baúl dentro del cual guardaba cosas que me servían para recordar que yo no sólo era una reclusa, aunque los sentimientos de ternura que me despertaban estos recuerdos no los compartía con nadie, porque en la cárcel hay que mostrarse siempre duro, para que nadie te moleste, y lo primero que se me ocurrió agarrar fue una pequeña caja dentro de la cual conservaba mi anillo de bodas, para esconderlo, porque no iba a permitir que en medio del alboroto, alguna de las guardianas aprovechara para llevárselo, porque eso siempre lo hacen cuando hay cacheo. Luego, avancé hasta la salida de la celda, descalza. Afuera estaban, en actitud desesperada, unas veinte policías, acechando cada una de las celdas, y gritando, ¡nadie salga sin ser llamado! Pero todas estábamos ya afuera de nuestras celdas, frotándonos los ojos para despejar las legañas, aparentando de esa manera que recién habíamos despertado, pero muy conscientes, esperando el inicio de la operación, que era como la espera de un golpe que sabes que te van a dar, pero no adónde, y que en ese momento se manifestaba en palabras intimidatorias de las guardianas, conminando a la quietud de todas so pena de un seguro y severo castigo. De repente llegó de un lugar cualquiera del pasillo de celdas la orden de ponernos todas de cara a la pared, con las manos arriba y las piernas abiertas. Cuando empecé a ver cómo las guardianas les hurgaban las partes íntimas a mis compañeras comencé a sentir que me descomponía, como que perdía la razón, porque nunca he entendido cómo es que alguien a quien no has autorizado llegue a tus partes íntimas, y cuando una de ellas llegó adonde yo estaba y vio la altanería aposentada en mi rostro, demostrándole que no esperaría mansamente a que ella me hiciera el cacheo de la manera descarada como se lo había hecho a otras compañeras, y descubrió que había equilibrio de fuerzas, sonrió, cómplice. Me dijo que de esa manera no me podía hacer el cacheo. Vi en sus ojos una súplica de comprensión. Me pidió que me diera vuelta y me dijo en voz muy baja que no iba a ocurrir conmigo lo mismo que con las otras. Pues me di vuelta, y sólo se limitó a pasar sus manos suave y rápidamente por mis glúteos y luego me dejó tranquila. Lo que ocurrió después es cosa de no contar, sino de ver, para que pueda usted comprender porque a veces, sin que podamos evitarlo, perdemos la razón y de ahí en adelante hasta la vida" De este tenor son las historias que el narrador oral e investigador de tradición oral, mexicano, con nombre de príncipe guerrero prehispánico, primer apellido de muralista y segundo de comediante, porque se llama Cuauhtémoc Rivera Godínez, recoge entre las reclusas de una cárcel que comparte territorio con un vertedero de basura, en el municipio de Ecatepec, parte de la geografía del Estado de México, desde hace dos años, época en la que a él se le ocurrió creer que conversar con las reclusas e inducirlas a contar lo que les pasa en la cárcel y lo que les pasaba antes de llegar a ella, podría convertirse en una buena estrategia para sanar las heridas del alma. ¿Puede un cuento aliviar las heridas del alma? – pregunta, en medio de la charla Rivera Godínez, con deseo de escuchar una opinión ajena sobre su humanitaria empresa, y él mismo responde contando anécdotas sorprendentes acerca de cómo en ese medio en donde el terreno es estéril para la siembra de afectos, ha conseguido de cuando en cuando doblegar la dureza de un guardián o de una reclusa, haciéndoles hacer aquello que tanto se resistieron a aceptar como terapia, y que es contar una historia para conjurar un mal recuerdo. Pero Cuauhtémoc Rivera Godínez insiste en conocer nuestra opinión y nos limitamos a responder: - Esa es una respuesta que puede darte el corazón, que por cierto se encuentra muy cerca del alma

viernes, 20 de noviembre de 2009

Gloria Arenas está en libertad !!! El miércoles 28 de octubre del 2009, ya entrada la noche, Gloria quedó en libertad después de más de 10 años de injusta prisión . Gloria se incorporó a nuestro Taller de narración en mayo del 2008 y es de la primera generación de narradoras de historias y cuentos de nuestro grupo "Nosotras También Contamos", participó en todas nuestras presentaciones y en el primero de nuestros CDs de cuentos, así como en el que está por aparecer. Estamos seguras que Gloria seguirá contando nuevas y mejores historias y solamente le queremos decir que ella está siempre en el corazón de cada una de nosotras, en nuestros cuentos, en nuestras historias, en nuestras sonrisas y en nuestras tristezas... Acá seguiremos insistiendo en que NOSOTRAS TAMBIÉN CONTAMOS.

miércoles, 18 de marzo de 2009

Taller de Narración Oral de Historias y Cuentos Nosotras también Contamos.
IMAGINA, Compañía de Historias, Cuentos, Música y Canto México.
Estimado amiga
Con motivo de la celebración de el Día Internacional de la Mujer, el Taller de Narración Oral Nosotras también Contamos de la sección femenil del penal de Sta. María Chiconautla, estamos organizando la campaña “Con los cuentos la libertad”, en coordinación con IMAGINA, Compañía de Historias, Cuentos, Música y Canto. Te invitamos a participar enviando un libro de historias o cuentos a una de las mujeres ahí internadas, con una carta en la cual tú le comentes cual es el pasaje o la imagen que más te gusta del libro. Como siempre, se trata de establecer un diálogo literario entre ellas y nosotras y reivindicar y ejercitar así nuestro derecho a la libertad, a la imaginación, a la felicidad, a la vida y a la esperanza. En estos momentos que vive la humanidad y en particular nuestra sociedad, caracterizados por la violencia, la envidia, la mentira y la deshumanización, leer, reflexionar, emocionarse y dialogar en torno a las historias y cuentos resulta grato y benéfico. Es de nuestro interés que participes con nosotros en este proyecto. Recibiremos los libros y cartas de las y los participantes hasta el lunes 23 de marzo para entregarlos a las internas el viernes 27 de este mes en el Concierto de Historias y Cuentos que presentaremos en el penal a las 11 horas. Recibe nuestra gratitud y amistad.

viernes, 23 de enero de 2009

NOSOTRAS TAMBIÉN CONTAMOS ... ÉSTAS SOMOS, AQUÍ ESTAMOS. EL TALLER... ESCUCHAR Y NARRAR PARA RECONSTRUIRNOS Vianey, Jessica y Carolina
Rocío nos cuenta sus historias y su alegría para vivir
Brisa... Canta y Cuenta
Gloria, siempre contando, siempre sonriendo, siempre firme, siempre Gloria.
Las palabras, las sonrisas, la imaginación, los Cuentos
Jessica y Patricia... La sonrisa como historia.
DoriSan y Cuauhtémoc.. los puentes hacia la imaginación